“Tenemos el hábito de exagerar, o de imaginar, o de anticipar el dolor”. Séneca
La ansiedad es una respuesta emocional normal ante la percepción de situaciones de exigencia, amenaza o evaluación, cuya finalidad es la activación psicofísica para el mejor empleo de nuestros recursos de afrontamiento. En dicho sentido la ansiedad es adaptativa y colabora en mejorar nuestro rendimiento y el nivel de respuesta ante determinadas situaciones.
Sin embargo, existen niveles de ansiedad desadaptativos, que generan importantes niveles de malestar para las personas, interfiriendo con su desempeño habitual, promoviendo sobreactivación e hipervigilancia, preocupaciones y miedos intensos, desproporcionados y persistentes ante diferentes situaciones de la vida cotidiana.
La ansiedad clínica integra los grupos de trastornos mentales frecuentes y de mayor prevalencia en la población.
A nivel estadístico existe cierto consenso mundial en considerar que entre un 20 % y 25 % de la población ha tenido o tendrá un trastorno de ansiedad en el transcurso de su vida.
Numerosos estudios indican que personas con trastornos de ansiedad no tratados, expresan una tendencia a la cronificación de la enfermedad y un mayor riesgo de desarrollar depresión u otras alteraciones.
Experimentar ansiedad de forma crónica puede afectar el funcionamiento del resto de sistemas del cuerpo y aumentar el riesgo de tener enfermedades médicas (desórdenes gastrointestinales o problemas cardiacos, entre otros).
Podemos diferenciar entre los trastornos de ansiedad: el trastorno de ansiedad generalizada , la fobia social o el trastorno de ansiedad social, la agorafobia, las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación , trastorno de ansiedad debido a una enfermedad, el trastorno de pánico, etc.
La ansiedad clínica se manifiesta y afecta diferentes áreas funcionales de las personas, los síntomas son muy variados y se pueden expresar indistinta y conjuntamente a nivel emocional, fisiológico, cognitivo y comportamental.
• Sensación persistente de inquietud, nerviosismo, agitación o tensión.
• Preocupación excesiva ante determinadas situaciones.
• Percepción de peligro inminente, pánico o catástrofe.
• Aumento del ritmo cardiaco, palpitaciones, respiración entrecortada o acelerada.
• Dolor o presión en el pecho, sensación de asfixia.
• Mareos, sudoración, náuseas, diarrea, adormecimiento, hormigueos.
• Cefaleas, temblores, debilidad, fatiga, agotamiento, tensión muscular, sequedad de boca.
• Miedo a perder el control, pérdida de objetividad, miedo a enloquecer.
• Preocupación excesiva ante la evaluación negativa de terceros.
• Irritabilidad, inseguridad, temor, preocupación, minusvalía, apatía, inquietud, frustración.
• Dificultades de concentración y memoria.
• Sentimientos de confusión, distracción o dificultades de razonamiento.
• Insomnio o dificultades conciliar el sueño.
• Dificultades gastrointestinales.
• Evitación de las señales o situaciones de amenaza generadoras de ansiedad.
• Conductas de escape o evitación, postergación y obtención de seguridad.
“Lo que aconsejo es que no seas infeliz antes de la crisis; ya que puede ser que los peligros ante los que palideces […] nunca te alcanzarán; ciertamente aún no han llegado”. Séneca
Entre los factores de riesgo de la ansiedad encontramos aquellos factores predisponentes o vulnerabilidades del sujeto y los factores desencadenantes, es decir aquellos factores o situaciones que hacen que la ansiedad aparezca.
Durante el proceso psicoterapéutico se podrán utilizar distintas técnicas orientadas a afrontar y reducir los niveles de ansiedad en el paciente.
Entre las técnicas a utilizar podemos mencionar; biopsicoeducación, técnicas de restructuración cognitiva, programación flexible, técnicas de detención de pensamientos negativos, técnicas de respiración abdominal o diafragmática, autoprogramación, mindfulness, técnicas de exposición progresiva con prevención de respuesta y afrontamiento, prevención de recaídas, etc.
En Centro Kairós ofrecemos un servicio de diagnóstico y tratamiento para las diferentes manifestaciones de los trastornos de ansiedad.